Bestiario M-N

por **Rosmon** Sáb 11 Oct 2014, 10:48 pm

Bestiario M-N

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Mandrágora
Lugar común: Bosques

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La criatura emerge del manto de la tierra del suelo, a primera vista como si fuera una nueva hortaliza, antes de solidificarse en una forma definitivamente humanoide. Tiene una mirada tonta e insondable en los pequeños puntos negros que forman sus ojos, y su cabello pusee una prounciada textura frondosa, del color de cualquier hoja, mientras su piel parece madera sin pulir.

La mandrágora es una de las plantas más codiciadas, pero también la más peligrosa. Es conocida por sus indudables propiedades medicinales, por lo tanto, los curanderos y hechiceros son capaces de pagar pequeñas fortunas a cambio de estas criaturas. La mandrágora es a su vez, una planta humanoide única, porque crece como una hortaliza, debajo de la tierra. Es capaz de destruir los oídos de quienes les arrancan de la tierra con sus gritos.

Su raíz tiene una forma vagamente humana que rara vez coincide con la de otra mandrágora. En general se la utiliza en pociones de sanación, pero combinada con otros ingredientes, puede ser analgésica, somnífera y hasta inducir a la locura. Unas gotas de su savia puede curar dolores crónicos y algunas brujas preparan sus elixires de todo tipo haciendo uso de partes específicas de la raíz. Depende de la parte, puede provocar distintos resultados. El único medio de defensa que tienen es su grito, y no dudan en usarlo; en caso de no poder gritar, están tan indefensas como si no fueran arrancadas.

Mantícora
Lugar común: Todo Anzus

Esta criatura es un monstruo en todos los sentidos de la palabra. Tiene la cabeza de una bestia vagamente humanoide, el cuerpo de un león, y las alas de un dragón. La espalda de la criatura tiene espinas curvadas, y su larga cola termina en un amasijo de púas mortíferas que incluyen un aguijón como el de los escorpiones.

Las mantícoras son feroces monstruos a los que les gusta mucho cazar presas vivas. Son astutas y malvadas, y tienen mentes agudas y lógicas. Esta criatura puede ser un enemigo mortal o un peligroso aliado, aunque rara vez se convence a una para esto último. Cuando deben luchar, la mantícora comienza la mayoría de sus ataques con una descarga de púas, para después acercarse a su víctima. A cielo abierto, a menudo utiliza sus poderosas alas para mantenerse en lo alto durante la batalla. Cuando está volando, puede hacer uso de las garras para desequilibrar a la presa, y si hay una situación desfavorable, puede usar el aguijón como última defensa.

Las mantícoras no solo entienden el común, sino que pueden hablarlo. No suelen hacerlo bajo ningún precepto.

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Mantoscuro
Lugar común: Skadavia

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El mantoscuro acecha cerca de los techos de las cavernas, esperando a que su presa pase por debajo. Su aptitud para crear oscuridad mágica lo convierte en una criatura difícil de vencer.

Un mantoscuro se cuelga del techo por medio de un "pie" muscular que tiene en la parte superior de su cuerpo. Así, puede adoptar la apariencia de una estalactita, manteniendo rígidos los tentáculos bajo sí mismo, o un trozo de roca, extendiéndolos de manera que la membrana entre ellos cubre su cuerpo. Su caparazón y piel suelen parecer piedra caliza, pero el mantoscuro puede cambiar lentamente su color para adaptarse a casi cualquier tipo de fondo pétreo. Los erúditos creen que esta criatura se ha formado hace poco, a partir de un depredador acuático que posiblemente habita en los ríos subterráneos, y que no podía subsistir en el agua.

Un mantoscuro ataca atrapando a su presa con una boca redonda repleta de dientes y con varios colmillos más grandes que sobresalen. Si no es suficiente, puede utilizar sus tentáculos para atrapar las extremidades. Una vez que termina con su presa, vuelve a unirse al techo, pues puede volar cortas alturas gracias a las membranas que unen sus tentáculos.

Mhalezza
Lugar común: Drasnia

La maleza encantada no es sino un grupo de semillas que fueron infectadas por insecto llamado Itus. A diferencia de otros insectos, esta especie maligna crea una extraña metamorfosis al unir su cuerpo con diferentes tipos de plantas. Una vez que hacen la metamorfosis, dejan de ser insectos.

La mayor parte de maleza encantada tiene un color verde brilloso o tonos de musgo. Son carnívoras, prefiriendo alimentarse a base de animales que se adentran sin saberlo en su zona de control. Tienden a pensar como grupo, y no son capaces de formar alianzas con otras especies, porque solo confían en la flora. Cuando deciden crecer en cierto lugar, son capaces de cazar a todos los animales para asegurarlo. No le temen a nada, por eso hay quienes creen que no son más que plantan sin raciocinio. Lo único que puede deternerles es una orden directa de los Ents, a quienes teman tanto como al fuego.

Un grupo de "semillas" es dirigido en conjunto, puede decirse que todos los miembros del grupo piensan de la misma manera. Son como una única criatura. Ante los intrusos, prefieren evitar el contacto, pasando como unas simples plantas más. No son agresivas contra seres inteligentes, salvo que sientan su bioma comprometido. Como son más pequeños que los duendes y los goblins, aprovechan su tamaño para enfrentar los problemas con sutileza. Se camuflan y atacan en el momento menos esperado.

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Méfit
Lugar común: Todo Anzus

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Los méfit son criaturas menores de los planos Elementales. Estos seres son más curiosos que malvados, aunque su naturaleza varía dependiendo de la esencia del elemento a partir del cual hayan sido creados.

Todos los méfit parecen criaturas pequeñas y aladas, con rasgos más o menos humanoides como pequeñas estatuillas. Aunque a menudo se les describa como parecidos a un diablillo, su naturaleza elemental se percibe a simple vista. Los méfit de roca tienen la contextura y los colores de una roca; los de agua parecen estar formados de hielo, cuyas vénulas exhiben líquido cristalino; los de fuego son más bien parecidos a una estatuilla de magma, cuyos cuerpos desprenden calor constantemente. Los hay de aire, de cieno, de polvo, e incluso de sal. Por esta razón, no es extraño que se hayan extendido por todo Anzus, aunque son escurridizos y tímidos.

A veces, grupos de méfit similares (por ejemplo de agua, cieno y hielo) se congregan en algún lugar que todos consideren confortable, como un pantano frío. No hablan el común, aunque suelen comunicarse entre ellos. Escapan cuando hay intrusos, salvo que estos deseen tomar el lguar para ellos mismos. Entonces, son capaces de unir fuerzas para enfrentar el peligro. Todos los méfit tienen habilidades elementales que se clasifican como mágicas, pero no son poderosos. Necesitan la sinergia para sobrevivir.

Merodeador Etéreo
Lugar común: Drasnia

Los merodeadores etéreos son depredadores agresivos que pueden niverse rápidamente desde el plano Etéreo al Material para atacar a sus oponentes.

Esta criatura vivía y cazaba solo en el Etéreo, pero algo la atrajo para que se asentara en el plano Material de Anzus. Sus hábitos y ecología son, en el mejor de los casos, confusos, ya que pocos los han observado en su hábitat natural durante un largo espacio de tiempo. Sus apariciones se limitaban a la caza de sus presas pero ahora es habitual verlos en determinadas condiciones. Allí donde haya magia de vacío, aparecerán estas criaturas hambrientas. Se da por supuesto que no tienen sociedad o cultura en el sentido tradicional, siendo motivados por la necesidad de sustento y supervivencia.

Su piel está recubierta de pelo con una coloración que va del marrón al azul brillante o violeta intenso, dependiendo de la cercanía que tiene al vacío o a los distintos tipos de magia. Los merodeadores no hablan ningún idioma, aunque emiten un gimoteo en un tono elevado y siniestro, que varía en intensidad según la velocidad y la salud de la criatura.

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Minotauro
Lugar común: Montañas

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La criatura se parece a un humano de poderosos músculos, increíblemente alto, cobierto con un pelaje hirsuto, que tiene la cabeza de un toro. Los ojos oscuros de la bestia brillan con una furia salvaje.

Los minotauros son criaturas territoriales, fuertes y feroces, que a menudo se encuentran en ciudades construidas de piedra, en las montañas. Tienen las costumbres más parecidas a los orcos, que a las bestias sin razonamiento. Pese a esto, mantienen grandes diferencias con los orcos. Para los minotauros no hay nada más importante que la independencia y el honor que conlleva la libertad. En algunos deciden vivir en laberintos subterráneos, a través de los cuales pueden vivir en paz, sin peligro de invasores. Su astucia natural y crueles instintos les permiten encontrar fácilmente el camino a través de los complejos de túneles más confusos, una habilidad muy útil para cazar, atormentar, y finalmente destruir al enemigo.

Estas criaturas son costumbristas. Si bien entienden el común y el orco, prefieren hablar su propio idioma, incluso ante otras especies. Eso en el caso en que se vean obligados a hacer uso de la palabra, pero generalmente prefieren atacar primero y preguntar después. En especial, a aquellos que se adentran en su territorio.

Monstruo Corrosivo
Lugar común: Estigia

Esta criatura parece tener el tamaño de un poni. Posee cuatro patas como las de un insecto, y un cuerpo con forma de jabalí protegido por una gruesa piel cubierta de placas protectoras. Su cola termina en una protuberancia ósea, parecida a una pala con doble terminación. La criatura no tiene olfato, vista ni oído aunque puede oler, ver y oír.

La mayoría de guerreros preferirían enfrentarse a un ejército de orcos antes que a un monstruo corrosivo. Esta criatura corroe y se come los objetos metálicos y ha echado a perder la armadura, el escudo y las armas de incontables aventureros. La piel de estas criaturas varía de color, yendo del gris al rojo óxido en la espalda.

Un monstruo corrosivo puede olfatear todo objeto de metal hasta una distancia de 200 metros, lanzándose hacia allí en cuanto lo detecta e intentando quemarlo con el ácido cristalino que emana de su boca, y comer la carne con sus docenas de colmillos.

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Naga
Lugar común: Cavernas subterráneas en Drasnia, desiertos en todo Anzus

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Las nagas son criaturas muy inteligentes que poseen gran variedad de poderes mágicos. Son líderes por naturaleza de aquellos que están en su entorno, y emplean protecciones discretas y trampas ingeniosas para evitar que los intrusos perturben su paz.

Hay varios tipos de naga. La única particularidad que comparten todos los tipos, es que son reptiles humanoides en cuya mitad inferior son reptantes. Además, tienen cuatro brazos, hábiles como los de un elfo del bosque. Los nagas son disciplinarios, prefieren vivir generalmente en las profundidades de las cavernas subterráneas más húmedas, las que tienen agua; pero hay algunas que prefieren el clima seco del desierto.

Con frecuencia, las nagas acuáticas demuestran tener mal carácter o ser traviesas, aunque por regla general no atacan a matar salvo que se sientan amenazadas. Estas tienen escamas del color de la piel de un elfo. Las espinas que recubren la mitad inferior de su cuerpo se erizan cuando ésta se enfada. Las nagas desérticas son las más reptiloides, son sabias y buenas, protegen los lugares sagrados o montan guardia contra actos malignos.

Noctoruga
Lugar común: Cavernas profundas

La criatura tiene la apariencia de un gusano inmenso, cubierto con placas de armadura quitinosa de un color marrón o negro mortecino.

La noctoruga es una criatura gigantesca, similar a un gusano púrpura, aunque tiene tonos que van del azul oscuro al morado intenso. Lo más normal es encontrarlas de quince a cincuenta metros, pero hay quienes dicen que alcanzan hasta trescientos cincuenta metros de largo, y que pesan hasta cincuenta mil libras. Esta bestia atroz ataca excavando a través del suelo y emergiendo para golpear. Su armadura aguanta cualquier temblor, y es capaz de matar a bestias menores con una embestida, sin sentir ningún dolor.

Generalmente se considera a esta criatura como mágica, debido a su uso de la tierra para acechar a las presas. Pese a su largo descomunal, es tan escurridiza como una víbora. Cuenta con armas naturales: tres filas de colmillos de hasta tres metros de largo; una garra en cada una de sus extremidades, que tiene a lo largo de todo el cuerpo; y la armadura de placas que recubre su parte superior.

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